Me lavo los dientes,
Las manos, los pies y el culo.
Me lavo la cabeza,
el cuello, los pezones, las axilas.
Me lavo la pereza,
la amargura, la locura, la lujuria.
Me lavo que te lavo,
¡Siempre sucio, siempre sucio!
Y eso que me lavo,
por la mañana, a la merienda, en las esquinas.
Cuando llueve, me lavo,
con el frío, me lavo,
en verano, me lavo.
¡Me lavo que te lavo,
y sigue saliendo más porquería!
Me lavo la confusión,
la rabia, la soledad, la angustia.
Me lavo sentado,
corriendo, durmiendo, ¡jodiendo,
me lavo que te lavo!
No me queda más jabón pero me sigo lavando.
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